Cinco letras, una con acento diacrítico

Vacío, así me siento; mi mente se llena de este poderoso contenido. Hoy amanece como ayer y quizás parecido al mañana, pero no de igual manera. Los pájaros ya no me hablan, ahora solo silban. Los rayos de sol ya no penetran por los frágiles cristales de mi ventana sino que rebotan hacia tierra de nadie.

La vida que algún día se abrió camino ya no es lo que era. Personas que vienen, personas que van, personas que se marchan y que nunca volverán. Y no es añoranza lo que padezco, es la nada, el saber que no existe, el saber que estamos evocados hacia un fin, el fracaso. Pesimista o no, esto es así. Somos vacío... ceniza, polvo... y en vacío acabaremos.

Y las pruebas lo demuestran, soy un inepto de la vida. Arriesgue mi nada por algo que imaginé y hasta sin eso me quedé. Busco pero no encuentro, respiro pero no hallo el aire, ando pero mis piernas no responden, pienso pero mi cerebro esta ausente, intento sentir pero no estoy preparado, no estoy listo para vivir. No tengo nada que me valga más que mi soledad porque en ello me va la vida, en pensar que soy único, único en mi mundo, único en mi vida, único en mi vacío...