12 mayo 2006

Atalanta e Hipomenes

Atalanta era una mujer bella, inteligente, poderosa, egocentrica y solitaria.
Nunca dejaba de admirarse a si misma, considerando que era la unica digna de hacerlo, por lo que no era amiga de relaciones interpersonales.
Atalanta tenia miles de pretendientes, hombres que llegaban de todas partes del mundo para admirarla, para pretenderla, para conseguirla; por supuesto, Atalanta ni siquiera se planteo el hecho de que ninguno de ellos fuera lo suficientemente bueno para ella, por lo que desestimaba su compañia una y otra vez.

Sin embargo, hubo un dia en que Atalanta se canso de estar sola; su capricho era tan grande como su vanidad, por lo que decidio evaluar a sus pretendientes de la manera que ella merecia.
Atalanta era una gran atleta, inigualada por ningun hombre o mujer del mundo; corria gracilmente, con elegancia, pero con una velocidad tal que hasta los dioses quedaban atonitos de su portentoso talento.

Un dia, Atalanta revelo sus intenciones: casarse con aquel hombre que la ganase en una carrera.
Muchos osaron intentarlo, pero todos ellos fallaron, lo que les llevo a un destino comun: la decapitacion publica, cosa previsible teniendo en cuenta la vanidad de Atalanta.
Despues de mucho tiempo, acerto a pasar por alli un joven muchacho, vecino de un pueblo cercano, que quedo maravillado ante la belleza de Atalanta; inmediatamente, quedó prendado de su olor, de sus cabellos, de la profundidad de sus frios ojos, y se propuso volverlos calidos; reto a Atalanta y decidio ganar la carrera, sabiendo que era poco menos que imposible.

El joven, llamado Hipomenes, recurrio a la Venus,diosa del amor, y pidio su sabio consejo y su ayuda divina; Venus, que haba sufrido las iras de Atalanta en muchas ocasiones, y la conocia, le dio a Hipomenes tres manzanas de oro macizo, y le pidio que las fuera lanzando durante la carrera a intervalos regulares y con todo el descaro posible.

Ciertamente, Hipomenes cargo con las tres manzanas y comenzo el recorrido; durante el trayecto, se iba encontrando las cabezas decapitadas de otros osados participantes clavadas en postes que indicaban el camino, pero renuncio rendirse; continuo corriendo, y cuand tuvo a Atalanta cerca, lanzo una manzana al suelo.
Atalanta, que era tan bella como avariciosa, oyo el sonido del oro contra las piedras, y no puedo evitar aminorar la marcha para volver la vista; tan segura estaba de su triunfo, que retrocedio y se agacho para recoger la mazana maciza. Seguidamente, la guardo en una mano y corrio para igualar a Hipomenes.

Hipomenes, tal y como Venus le habia pedido, fue lanzando las manzanas por el camino, y de esta manera, consiguio ganar la carrera; Atalanta, sorprendida por la astucia del muchacho, se enamoro de el y se desposaron poco despues.

Sin embargo, olvidaron una cosa fundamental: agradecer a Venus su amor mutuo, y no es recomendable enfurecer a los dioses; Venus se ofendio tanto que les convirtio en leones y les condeno a tirar del carro de la diosa Cibeles durante el resto de sus dias... y aun siguen haciendolo en la plaza de Cibeles de Madrid.

Hay dos moralejas en este relato: "Es de bien nacido ser agradecido", pero mucho mas importante... ¿No te parece increible que esos leones siempre hayan estado ahi y nunca te hayas preguntado por que??

Mira a tu alrededor y vive...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

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09:44  

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